Aunque la veterano parte de las Iglesias cristianas se declaran trinitarias, existen igualmente Iglesias no trinitarias que confiesan alguna de las otras modalidades interpretativas.
el agua: mediante el sacramento del Bautismo, el agua representa el Espíritu otorgando un nuevo arranque.
Aunque el Espíritu Santo se menciona más claramente en el Nuevo Testamento, aún tiene varias referencias en el Antiguo Testamento. A menudo se le describe como el «derrota de Altísimo», simbolizando su poder y presencia activa en la creación y en la vida de las personas.
Pero no es la intención que vamos a detenernos por completo con la gran experiencia de acontecer sido bautizados con el Espíritu, y nunca seguir adelante.
En este artículo, vamos a explorar la naturaleza, el origen y la obra del espíritu santo en la Biblia y en la historia de la iglesia. El espíritu santo es la tercera persona de la Trinidad, que, contiguo con el Padre y el Hijo, forma el misterio de un solo Altísimo en tres personas.
Podríamos traducir la frase Campeóní: “En un solo Espíritu somos todos bautizados en un solo cuerpo” como la NVI indica en una nota al pie de la página.
En el tomo de los Hechos, el bautismo en el Espíritu Santo se presenta como una experiencia reglamento para los creyentes. En Hechos 2, los discípulos fueron llenos del Espíritu y comenzaron a conversar en otras lenguas, atrayendo a multitudes y predicando con autoridad. En Hechos 8, los samaritanos creyeron y fueron bautizados en agua, pero recibieron el Espíritu Santo solo a posteriori de la imposición de manos de Pedro y Juan.
Pero luego han sido lavados, ya han sido santificados, sin embargo han sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios.
Algunas personas se burlaron de los discípulos porque no podían entender el aberración de las lenguas y lo atribuyeron a la enajenación.
Emociones: Se menciona que el Espíritu puede advertir, lo que indica su capacidad para sufrir simpatía, tristeza y Gozada. Esto se observa en pasajes donde se acento del «enfado» del Espíritu cuando se contrista.
Se le atribuyen características divinas, lo que implica estudio biblico que no solo es un concepto abstracto, sino una presencia activa y transformadora en la vida de los creyentes.
Hay que esperar a mediados de ese siglo para encontrar las primeras reflexiones al hilo de la apologética cristiana.
El Espíritu Santo nos quita el temor a lo que los demás digan o piensen sobre nosotros. Él nos da poder para exceder nuestros temores y nos ayuda a resistir el simpatía y la Palabra de Todopoderoso a todos los que nos rodean.
Estos pasajes demuestran que el bautismo en el Espíritu es una experiencia Efectivo, tangible y adecuado para todos los creyentes. No es un simple simbolismo, sino un avenencia sobrenatural con Todopoderoso que transforma la vida del cristiano.